4.11.08

El acordeón

Hay ratos del día que se hacen eternos.... esos ratos en los que no tienes a nadie a tu alrededor, pero que a la vez necesitas compartir con alguien... Como cuando estás en el trabajo, todo el mundo ha salido a tomar café o fumarse un cigarro, y tú te planteas si estás haciendo lo que realmente quieres....

Esos ratos a veces son eternos, pero hay otras que se pasan volados, cuando mandas a tu alma a viajar por el cielo de madrid, introduciéndose entre las nubes y rozando con su estela las azoteas de los rascacielos, llegando más lejos de lo que cualquier avión, coche, tren u otro medio podría hacerlo...

El alma es como un acordeón... estira, encoge... estira...encoge... y gracias a ello se obtiene esa "música" del alma, igual que el instrumento, pero intangible si no lo has disfrutado nunca...



[Haciendo el acordeón]

No hay comentarios: