Mis ideas y sus palabras

Cuando te da por pensar... malo... Malo para tí, malo para ellos...
Cuando te da por actuar... malo... Malo para tí...
Cuando te da por recordar... malo... Malo para tí...
Cuando te da por inventar... bueno... Bueno para tí, bueno para ellos...

Quisiera subirme a una escalerita, colgarme de una nube y dejarme llevar por ella hasta donde llegue... Simplemente observando, sin interactuar, sólo disfrutando del viaje.

El otro día tuve que interactuar, opinando sobre un tema un poco irritante... Creo que era la primera vez que lo hacía con cierta autoridad, perdiendo el miedo a mostrarme como soy y exponer mis ideas sin miedo a equivocarme. Creo además que mis argumentos fueron válidos para, por lo menos, hacer pensar a la otra persona...

Y es que no se puede pretender que todo el mundo piense como tú, simplemente tienes que respetar la opinión de cada persona y a la persona misma, sin avasallar ni poner en duda la integridad de nadie.

He de reconocer que cuando terminé de hablar, fue la vez que más reconfortado me he sentido, al menos que yo recuerde. Eso es bueno, es el buen camino...


Empiezo a creer en mis propias ideas, en esas que tengo muy claras.

Presente

"Yo soy yo y mi circunstancia" decía Gasset, aunque más bien debería haber dicho "Yo soy mi circunstancia y yo" para que fuese coherente con el mundo en el que vivimos.

Estamos rodeados de no puedes, no hagas esto, haz lo otro... parece que prima más el interés de otros que el nuestro propio, pero no hay que preocuparse, eso ya fue ayer.

Y es que hay una línea invisible entre cosas que tenemos prohibidas y nosotros, pero se puede traspasar, sólo que el miedo a lo desconocido no nos deja actuar. "Atrévete si quieres a no hacer nunca lo que debes" suena en una canción de Albert Pla; ahora esta frase es una de mis premisas para vivir, no para estar vivo, no, sino para vivir.

Todo cambia, y tú no eres el factor determinante. El factor o los factores son otros que nada tienen que ver contigo. Y yo digo que renuncio a ese estilo de vida, al de obedecer sin preguntar por qué, al de acatar sin rechistar cuando no estás de acuerdo, al de conformarte con menos de lo que mereces!

Hoy escribo con rabia, con ira, para desahogar toda la cólera que se está acumulando en el aparato digestivo y me va a hacer reventar de un momento a otro. Y no quiero consuelos ni lástima, ya somos lo bastante mayorcitos como para andar quejumbrosos por la vida. Ahora toca pasar página, seguir, continuar, pero a mi manera, sin influencias externas.


Me voy a por ella, me refiero a la vida, a agarrarme a ella, a cada segundo de su esencia.

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"El ayer ya lo guardé en cajoncillos de papel, el mañana no lo recuerdo, lo olvidé..." [Macaco]